En ocasiones tengo la sensación de ser espectadora de mi propia vida...
Fue en otra vida.
Yo no estaba en casa,
y tú no estabas,
lo que venía a significar lo mismo.
Recuerdo que lloré
como si no hubiera un mañana.
Y no lo hubo,
aunque hoy lo sea.
Aunque el corazón cambiara de domicilio,
y yo me prometiera
Brindar con un pensamiento al año.
Solo uno.
De esos que duran toda la vida.
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