lunes, 7 de febrero de 2011

Sino

¿Alguna vez hemos tenido realmente elección o ya estaba todo escrito para nosotros? ¿Existe el destino o es solo una invención del ser humano, empeñado en darle una razón a todos sus actos?




Encerré entre mis versos tus ojos
Para no perder tu mirada.
Y guardé bajo llave tu voz
Para no extraviar tus palabras.
Enjaulé entre mis labios tu boca
Para no derramar tu sonrisa.
Atrapé entre mis dedos tus manos
Para no olvidar tus caricias.

Y porque durante mil minutos
Llenaste mi vida de sueños,
Mi mente de pensamientos,
Mi corazón de recuerdos,
Bendije al Destino,
Maldije al Tiempo.

Y porque durante la eternidad de un beso
Llenaste de mariposas
El vacío de un pecho hueco
Maldije al Destino,
Bendije mi miedo.

Y porque durante el resplandor de un rayo
Y con la intensidad del trueno
Sentí sobre mi cuerpo
Los ávidos dedos del deseo
Maldije mi escarcha,
Bendije tu fuego.

Y porque cuando tu espalda me miró a los ojos
Mi alma se llenó de silencio,
Hoy estos versos llevan tu nombre.
Maldicen mi sino,
Bendicen
El habernos cruzado en el camino.

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